terça-feira, 9 de março de 2010

Mochilão pela América do Sul

Conforme prometi, para melhor a nossa compreensão e aprendizado do idioma espanhol vamos simular um “mochilão” (viagem de aventura) por algumas das principais cidades da América do Sul, ocasião em que colocaremos em prática tudo aquilo que está sendo mostrado no curso. Vamos fazer o seguinte passo a passo:

1. Devemos considerar a cidade de origem de cada um de nós, o meio de transporte utilizado para o deslocamento entre cidades (países) e passemos a simular chegadas em hotéis, restaurantes, passeios, etc.

2. Durante o “mochilão” vamos explorar de forma efetiva o que está sendo apresentado nos módulos do curso;

3. Vou iniciar a minha viagem e os alunos seguem meus passos, cada um saindo de sua própria cidade, em qualquer meio de transporte;

4. O objetivo vai ser um Grande Encontro na cidade de Machu Picchu, no Peru.

5. Devemos passar por Asunción/PY; Buenos Aires/AR, Tarija/Bo y Cuzco/PE, de onde seguiremos para a cidade sagrada dos Incas, Machu Picchu. Não vamos ao Chile em razão do terremoto.

6. O mais importante na brincadeira é que a gente pesquise palavras e monte frases para que possamos estabelecer os contatos com as pessoas durante nossa passagem pelos países, como motoristas de táxi ou de ônibus, recepcionistas de hotel, funcionários de guichê de terminal de ônibus/trem/aeroporto, etc.

7. Como exemplo para que vocês traduzam ao idioma espanhol:
Chegamos ao aeroporto de Assunção e depois de retirar-mos a bagagem fomos ao terminal de táxi.
Llegamos al aeropuerto de Asunción y después de sacar el equipaje fuímos al terminal de táxi.

No táxi

Eu – “Bom dia, senhor! Gostaria de que me levasse ao Hotel Guarani, na Rua Oliva com Nossa Senhora da Assunção”.

En el taxi

Yo - “Buenos dias, señor! Me gustaria de que me llevara al Hotel Guarany, en la calle Oliva y Nuestra Señora de la Asunción”.

No hotel

Eu – “Bom dia, senhor! Meu sobrenome é Dos Santos. Tenho um apartamento reservado para 3 dias”.

En el hotel

Yo - “Buenos dias! Mi nombre es Dos Santos. Tengo una habitación reservada por 3 dias”.

Recepcionista - Tu apellido es Jorge Henrique?

Recepcionista - Teu nome é Jorge Henrique?

Yo – “Si, señor! Mira, puedes arreglarme um mapa de la ciudad?”

Eu – “Sim senhor! Olha, podes arranjar-me um mapa da cidade?”

Recepcionista – Como no? Ellos están colgados en el escaparáte. Puede coger uno.

Recepcionista – Como não? Eles estão pendurados na estante. Pode pegar um.

- Bem, com estas dicas, simule sua chegada em Assunção, Paraguai. No desembarque vá até uma casa de câmbio, troque reais por guaranis, pegue um táxi e peça para ir ao http://www.hotelyacht.com.py/portugues/

Estando lá (através do link acima) faça a descrição da sua chegada, pergunte o nome do recepcionista e diga qual o motivo da sua visita. O hotel oferece uma gama de esportes, inclusive o golfe.

En el dia seguiente, con el pequeno mapa, fuímos conocer Asunción.



Paraguay es un país que posee uma invidiable naturaleza y una gran riqueza cultural. Alli se hablan dos idiomas, Guarany y Español. Hay una cultura musical própia, a través de la Guaránia y Polka, dos famosos ritmos, y un instrumento musical conocido en todo el mundo, la Arpa Paraguaya.

Durante el tiempo que nos quedamos em Asunción conocimos el “Panteón de los Héroes”, el “Palácio de López”, sede del gobierno y otros sítios históricos y culturales.











Conozca una canción paraguaya que se llama “Josefina” y que nació de un corazón enamorado, em uma mesa de bar em Asunción, de acuerdo con el relato abajo:

La inspiradora de "Josefina" vive en el barrio Caaguy Rory
Josefina Ortega Núñez es la inspiradora de una de las canciones más interpretadas en los últimos 50 años por los músicos paraguayos: “Josefina”, una polca que nació en un bar de Brasil y 25 de Mayo, cuando un enamorado aborda a don Aniceto Sánchez Goiburú quién, casualmente, llega al mismo lugar con Pedro J. Carlés para tomar cerveza.

Pasa que Victoriano Gallardo Soto, un joven empleado de Asunción, se había enamorado perdidamente de Josefina, una trigueña, menuda, de seductora sonrisa y un lunar en la mejilla derecha. El amor comenzó frente a la casa de ella, en Mariscal Estigarribia y Estados Unidos, estando con sus amigas, una tarde, aprovechada por el galán para regalarla una caja de bombones, gesto acompañada con “una serie de palabras lindas”, rememora la mujer.
“Esto – añadió en entrevista con Puerta de Emergencia – ocurrió un jueves, para el sábado siguiente ya me llevó una serenata. Antes se regalaban serenatas. Se iba a esperarme frente al colegio y veníamos hablando. A mi no me interesaba nada de él, pero hablábamos”
Cuenta que en el bar del señor Elizeche, que se encontraba a la vuelta de la casa de ella y frente al Touring Club (ahora hay un hotel en el lugar) ambos estaban charlando sobre el viaje que ella efectuaba a

Corrientes (Argentina) para estudiar medicina. El hombre se lamentaba porque no pueda verla con la frecuencia como la que a él hubiera gustado.

Ínterin ingresan al bar Pedro J. Carlés (autor de “Noches del Paraguay”) y Aniceto Sanchez Goiburú que, cerveza de por medio, se ponen a charlar como dos parroquianos cualquiera.

Sanchez, al ver a Josefina, dice a Victoriano en guaraní que su novia es muy bonita. Ahí la conversación de los jóvenes quedó suspendida para que el pretendiente explicara a los recién llegados que él estaba enamorado de ella, ni bien Sánchez se le haya presentado como poeta.

Una carta que Victoriano (casualmente tenía en manos) escribió a Josefina mostró a Goiburú pidiéndole que todo cuanto escribió allí lo convierta en poesía “como para que yo no me olvidara de él”, comentó la entrevistada.

Así fue, días después, la letra estaba completa, a lo que Sánchez sugirió que la composición se musicalizara. Aceptada la idea, los tres (Sánchez, Victoriano y Josefina) fueron a la casa del maestro Mauricio Cardozo Ocampo, quién en menos de cuatro días entregó la composición musical terminada. Don Mauricio sugirió que grabara Aníbal Lovera.

Sanchez, Cardozo Ocampo y Lovera cobraron por el trabajo. En menos de diez días de grabada, la música se escuchaba en todas las radios de Paraguay. “Yo escuché por primera vez en una villa de paraguayos en Buenos Aires, cuando fui a la casa de la tía de una compañera de estudios, pero yo no dije ni una palabra sobre esa música. Si contaba la historia nadie me creería”, comentó

Josefina en entrevista con Puerta de Emergencia.

El enamorado se encargó de llevar la noticia a todos los diarios de la época que difundieron lo suficiente. Victoriano también contó a los medios que la inspiradora fue nuestra entrevistada que lo avala con recortes de paginas enteras de “La Tribuna”, “La Tarde”, “Ñande” y otros de la época.

Este idilio, confesó, no prosperó porque ella no estaba enamorada; “yo era muy joven, no valoraba esos galanteos; si le digo todos los regalos que me hizo, hasta una máquina de coser me obsequió y que lo tengo hasta ahora”.

Con el tiempo Victoriano se casó con otra y; Josefina, con un conocido empresario, que falleció hace unos 20 años. Victoriano también ya ha fallecido.

Josefina Ortega Nuñez no volvió a casarse y vive sola en su casa en Kaaguy Rory, donde atiende su despensa.



Josefina (Letra para traducir al portugués)

Tú sabes, princesita, que al conocer tu imagen,
juré amarte siempre con todo el corazón
y vivo prisionero desde aquel instante
de tu preciosa boca que cautivó a mi amor.
Que son tus ojos negros dos faros matutinos
que alumbran mi camino y también has de saber
luceros mañaneros con rayos diamantinos
que alumbran sus fulgores a un bello amanecer.
Bella virgencita amada, como quisiera besar
esa tu boca de miel que es un rico fontanar
y ese tu negro lunar que tienes en la mejilla,
que es una maravilla, me embelesa al contemplar.
Tu rostro sonrosado cual pétalos de rosas
le da un encanto vivo a tu mágico lunar
y tu amable sonrisa, mi ninfa primorosa
es bálsamo que cura estas penas sin cesar.
Dios quiera que mañana de corazón unidos,
nuestro destino guíe con toda felicidad
y entonces, Josefina, yo he de cantarte ufano
mis más bellas estrofas por toda la eternidad.

Letra: Aniceto Sanchez Goiburú
Música: Mauricio Cardozo Ocampo